De la madrugada del sábado 28 de marzo al domingo 29, se cambió como cada año la hora, retrasando nuestros relojes una hora menos, de esta manera ganamos una hora más de luz y una menos de sueño.
¿Sabemos como nos ha afectado el camio de hora en estos momentos de confinamiento debido a esta pandemia que estamos sufriendo?. Normalmente a todos nos afecta cada año este cambio de horario y solemos tardar entre tres y siete días en adaptar nuestro cuerpo a este nuevo cambio, la sensación es un poco parecida a la que sufrimos con el jet lag, pero debido a las nuevas circunstancias en las que nos encontramos, estos cambios podrían verse un poquito más magnificados.
Sabemos de que los dos órganos más importantes del ser humano dependen de la secreción y fabricación de las hormonas que están vinculadas a los ciclos del sueño, la melatonina y el cortisol. Los cuales, al adelantar el reloj una hora,se produce una desincronización entre los ritmos del cuerpo y el ambiente.
La secreción de la melatonina se produce más o menos sobre las 17:00 horas, momento en el cae la tarde y su máxima producción está entre las 02:00 y las 06:00 de la mañana.Por lo tanto, si nos despertamos con la luz del día, el cortisol está listo para activarnos. Por este motivo, es probable que durante éstos días de adaptación, nos encontremos más cansados, un poco más irascibles y algo desmotivados, lo que se puede ver incrementado al no poder salir a la calle y tomar el aire o el sol.
Si en los mayores este cambio afecta, aún más sucede en los niños, ya que se tendrán que ir a la cama todavía con luz y eso les puede poner más inquietos porque no tengan sueño y más activos por la luz del día.
¿Cómo llevar esto de la mejor manera?
Para poder subsanar este periodo de adaptación, se recomienda ir poco a poco realizando el cambio, es decir, cada día ir adelantando 15 minutos el irse a la cama, hacer ejercicio a lo largo del día con mayor intensidad para llegar a la noche más cansados, aprovechar para levantaros más tarde, ya que no es necesario madrugar y eso es fantástico (a no ser que teletrabajes).
También puedes bajar las persianas a los niños y darles un bañito caliente para relajarles e inducirles al sueño. No cenar comidas demasiado copiosas. Aprovechar que las tardes son más largas para leer, pintar, jugar con los niños o realizar tareas en familia en las que participéis todos y gastéis energía.
Si tenéis balcón, patio, jardín o terraza, aprovechad a tomar un poco el sol, ya que la vitamina D es muy necesaria para los huesos y para el movimiento de los músculos, por eso es muy recomendable tomar el sol en primavera diez minutos alrededor de las 13:00 horas y unos veinte minutos desde las 15:00 hasta las 17:00, eso sería suficiente para satisfacer nuestras necesidades diarias de vitamina D, que tan bien nos va a venir en estos días en los que el movimiento de huesos y músculos se ha visto reducido.
Por supuesto es muy importante mantener la calma y ser pacientes, ya que son sólo unos días los que nos costará volver a la normalidad, ya sabemos lo beneficiosa que es la alegría y el buen humor para todo.
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